La Palma, Volcán Cumbre Vieja.

Este año tuve la gran oportunidad de ser contratado para colaborar en la isla de La Palma de la mano del fotógrafo Carlos Virgili y del técnico vulcanólogo Octavio Fernández. 

Nuestro trabajo en la zona de exclusión fue sobrevolar zonas de interés para los expertos vulcanólogos, ver las evoluciones de los canales lávicos o tubos volcánicos, observar las coladas de lava y por donde discurrían; conocer la isla baja, también conocida como “fajana”, que podíamos ver tanto con nuestras cámaras de fotografía como con nuestros drones. Pudimos ver zonas y lugares insólitos totalmente nuevos a la vista de todos; todo lo que veíamos día tras día era algo nuevo que acababa de nacer. 

En nuestros ojos se han mezclado las maravillas de la naturaleza junto con las catástrofes. Cada mañana observamos los montones de lava pulverizada, coloquialmente conocidas como montañas de cenizas. 

Durante los días que estuvimos nos dejaron entrar durante más de 6/8 horas a las zonas de exclusión. Eso sí, con estrictos controles de acreditaciones y de los equipos de fotografía, especialmente de los drones. Los vuelos de éstos debían ser comunicados a la Unidad Militar de Emergencias (UME) pues necesitábamos su autorización y las limitaciones pertinentes.  

La sensación de ver de cerca las coladas a casi 1.000 grados y los rayos producidos por las altas cargas electromagnéticas nos produjeron una sensación única que incluso nuestros drones sintieron.  

Desde mi pequeño espacio web quiero dar el máximo apoyo y difusión a los habitantes de la isla La Palma, a los cuales les preguntaba, ¿como estáis?  

Sus palabras eran, “esta es nuestra isla bonita, y este es nuestro volcán”. Todo volverá a normalidad.