Las inmersiones se suelen llevar a cabo los meses de enero, febrero y marzo en los ibones de Panticosa (Huesca) que es cuando el frío continuo forma la capa de hielo suficiente para poder hacer la actividad, aunque también se pueden hacer en aguas abiertas como la expedición que montamos en 2008 para bucear en el Círculo Polar Ártico.
Las inmersiones bajo el hielo es lo que se considera Buceo técnico, es por ello, que la formación del buceador es un requisito imprescindible para su práctica.
Puesto que las inmersiones se suceden bajo una capa de hielo necesitamos motosierra para perforar la superficie, que será un orificio triangular para garantizar la estabilidad del hielo y un cabo guía para descender al agua y mantener en todo momento la comunicación con la superficie. ¡El despliegue de material está asegurado!
Respecto a lo qué nos vamos a encontrar en estas inmersiones, en los lagos de montaña, la fauna y flora que se puede ver es escasa. Lo atractivo es el juego con el hielo y su plasticidad, formas, luces y colores. Texto: Buceo Navarra -Mari Mar Barberia